La cultura del vino más allá de nuestras fronteras: El vino en Oriente Medio.

29 de Enero do 2023
El vino en Oriente Medio

En el Próximo Oriente, el vino era considerado un producto exótico, sagrado, de prestigio y destinado a las élites, que lo utilizaban en ceremonias religiosas y rituales como las liberaciones y en banquetes, tanto de carácter social como funerario, para facilitar el contacto con el más allá y con los Dioses.

El uso ritual del vino está constatado desde la época Prehistórica, como bien lo documentan numerosos yacimientos como Armení-1, que certifica la práctica de rituales funerarios en los que el vino jugaba un papel fundamental.

Otra de las pruebas es el hallazgo de instrumentos y herramientas de viticultura y vinificación que conforman un rudimentario, pero completo, lagar en el interior de un espacio funerario con cestas, prensas, cubas, etc. Además, en Turquía se encontraron los restos más antiguos de recipientes que contenían vino que datan del 5.400 a.C.

Serán los sumerios, en el III milenio a.C., los primeros que cultiven la vid como tal para la obtención del vino, haciendo referencia en numerosos escritos a viñedos sagrados regentados por la diosa Siduri, símbolo de inmortalidad al renacer y morir en los campos cada año.  También debemos destacar que los sumerios tienen dioses relacionados con la planta y el cultivo como son: Pa-Gestín-dug, el de la buena cepa, y su esposa Nin-kasi, señora del fruto embriagador, y diosa de alimentos fermentados como la cerveza.

El cultivo de la vid y la obtención del vino en Próximo Oriente y Mesopotamia llega a su máximo esplendor en el quinto milenio con los hititas, que al igual que los sumerios conferían un carácter sagrado a la vid y al vino. Desarrollaron ampliamente el cultivo de la vid y las instalaciones de producción vinícola ampliando bodegas, lagares y optimizando el rendimiento en la obtención del vino. Además, definieron un marco de protección en torno a la vid y el vino estableciendo normativas comerciales y un régimen sancionador.

El rey Hammurabi de Babilonia, en el conocido Código de Hammurabi, también introducía leyes relativas al comercio, consumo y fraude en torno al vino.

La generación de excedentes de vino, su control y gestión para favorecer el intercambio y comercio con otros pueblos se perpetuará por todo el Mediterráneo a lo largo de siglos. Estos excedentes se utilizaban como elemento de prestigio e intercambio de fenicios, foceos y griegos a pueblos indígenas que visitaban para cumplir con el protocolo de hospitalidad para llevar a cabo relaciones comerciales estables.

Un ejemplo sería el Palacio de Tel Kabri en Israel, que posee dependencias de almacenamiento donde se han hallado más de 400 recipientes que contienen restos de vino.

 

Fotografía: Relieve donde se muestra un banquete del último período Hitita- Museo Turquía