III. Las enfermedades de la vid: El mildiu.

27 de Noviembre do 2022
Otra de las plagas a destacar en el viñedo es el mildiu, la cual es una enfermedad criptogámica de las plantas, que puede manifestarse en los 8-20 días siguientes a las altas y húmedas temperaturas. Ataca especialmente a la vid y se manifiesta por la aparición de manchas de aceite que pueden producir daños en todos los órganos verdes de la cepa: hoja, brotes, inflorescencias, uvas y también en los zarcillos. 

Otra de las plagas a destacar en el viñedo es el mildiu, lo cual es una enfermedad criptogámica de las plantas, que puede manifestarse en  los 8-20 días siguientes a las altas y húmedas temperaturas. Ataca especialmente la vid y se manifiesta por la aparición de manchas de aceite que pueden producir daños en todos los órganos verdes de la cepa: hoja, brotes, inflorescencias, uvas y también en los zarcillos. 

Los primeros síntomas suelen producirse a mediados del mes de abril (en las comarcas más atlánticas). Las manchas aparecen en la cara de la hoja y son de color amarillo en las variedades blancas, y pardo-rojizas en las tintas. También es posible detectar el mildiu en el revés de la hoja,  ya que en ella puede apreciarse la esporulación del hongo con aspecto de moho blanco, que es donde se liberan nuevas esporas que causan la propagación de la enfermedad a través del viento hasta otros órganos verdes de la vid. Cuando el mildiu llega a los brotes tiernos se producen daños, y estos adquieren un aspecto entre negro y pardo oscuro, lo que hace inservible el brote. Si la enfermedad continúa sin tratamiento puede llegar hasta la floración y los racimos, repercutiendo muy negativamente en la calidad de la cosecha por falta de madurez, así como en el estrechamiento de los sarmientos de la vid. Esto puede ocurrir en los viñedos más vigorosos y en las parcelas húmedas. 

Al igual que en otras plagas, el mildiu en la temporada de frío hiberna en forma de esporas asociado a las hojas contaminadas de la campaña anterior, que están enterradas en la superficie del suelo, y una vez que maduran las esporas en primavera liberan las zoosporas que producen las primeras contaminaciones en el viñedo. Este inóculo inicial llega a las cepas con las salpicaduras del agua de las precipitaciones en el suelo a través del viento. La temperatura también juega un papel importante en la aparición y producción de daños del mildiu siendo los promedios diarios inferiores a 13º inviables para las infecciones, mientras que a partir de los 15º se pueden producir daños con impacto económico en la cosecha, y ya superando los 17º los daños son de carácter severo. 

Esta es la enfermedad que más medidas de control fitosanitario precisa. Con efecto preventivo, 1-3 días previos a la previsión de las condiciones de infección se puede aplicar fitosanitarios que tengan propiedades de acción curativa. Cuando estos no son aplicados en el momento adecuado solo queda la opción de aplicar preparados con efecto erradicante, que eliminan la sintomatología, o antiesporulante, que impiden la formación de esporas contaminantes. 

En general, todas las variedades de uvas y cepas son sensibles al mildiu, aunque algunas son algo más susceptibles, como pueden ser el albariño o la loureira.